viernes, 9 de febrero de 2024

Plantas contra Plantas

Voy a presentar un juego de azar que he diseñado para mis alumnos y alumnas de Educación Primaria. Siempre y cuando sea sin ánimo de lucro, sed libres de utilizarlo.

Juego: PLANTAS CONTRA PLANTAS

Toda mi familia se dedica a la agricultura, como gran parte del pueblo. Nos solía ir bien, cultivábamos diferentes especies de las cuales nos comíamos diferentes partes: las semillas, las raíces…

Todo se torció cuando en el pueblo un turista decidió abrir un casino ilegal. Todos los vecinos y vecinas acudían y se dejaban grandes sumas de dinero esperando recuperarlo y ganar más, es lo que se nos había vendido. No parábamos de perder dinero, pero… éramos felices en nuestra adicción. Hasta que alguien que aún no sabemos quién es denunció el local y la Justicia lo acabó cerrando.

El casino había cerrado, pero la ludopatía seguía en las venas de los vecinos del pueblo. Esto hizo que empezaran a hacer apuestas con las cosechas: quien ganaba la apuesta, se comía las cosechas de quien perdía. La cosa fue a peor, algunos vecinos empezaron a cultivar plantas tóxicas, dañinas o espinosas, para perder aposta y que sus rivales tuvieran que comérselas. El centro de salud empezó a no dar abasto y ya ha anunciado que no se va a hacer cargo de más intoxicaciones alimentarias.

Lo peor de todo es que esto solo puede tener un final indeseable, que un vecino logre acaparar la mayor parte de las cosechas del pueblo…

Objetivo

Cada carta representa una planta comestible (o peligrosa). Hay cartas de seis tipos, que representan el órgano comestible (o peligroso) de la planta representada. Gana el jugador o jugadora que logre hacerse con 2 cartas de cada tipo (semilla, raíz, tallo, flor, hoja, fruto) o 16 cartas en total, sin que cuenten para este cómputo las plantas peligrosas.

Mecánica del juego

Dos jugadores o jugadoras deben enfrentarse entre ellos (“hacer una apuesta”). En ese caso, ambos sacarán una carta al azar de su mano y quien gane se llevará la carta de su rival, según esta tabla (un quiere decir que la parte de la planta representada a la izquierda gana a la representada arriba: por ejemplo, raíz gana a semilla).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Algunas cosechas son muy ricas y versátiles: tienen más de un órgano comestible. Cuando salga una de estas cosechas, se cuenta hasta tres y, a la de tres, quien haya sacado una de estas cosechas tendrá que pronunciar en voz alta qué órgano utiliza para la apuesta. ¡Intenta memorizar la tabla para utilizar el más favorable!

Si en la apuesta hay un empate (porque ambas cartas son del mismo órgano o porque no hay interacción entre esos órganos, como una hoja vs. una flor), es “guerra”. Ambos jugadores deberán sacar otra carta, y quien gane se llevará tanto las cartas que empataron como las dos últimas cartas. Si el empate persiste hasta que ambas partes no tienen cartas, se produce un intercambio total de cartas, es decir, tú te llevas las cartas de tu rival, y él o ella las tuyas.

Si en la apuesta participa una planta peligrosa, ¡pierde el que se la come! Es decir, se lleva las cartas quien pierde la apuesta.

Si en la apuesta participan dos plantas peligrosas, es una lástima, pero… ambas partes pierden. Todas las cartas que estén en juego en esa apuesta se descartan.

viernes, 5 de mayo de 2023

Grupos de plantas

Angiospermas

Las angiospermas son las plantas más abundantes y conocidas. Viven sobre todo en el medio terrestre, pudiendo ser también acuáticas. Tienen raíz, tallo y hojas y en una época determinada producen flores, que tras la fecundación se transforman en frutos con semillas.

Las flores de las angiospermas están formadas por varios elementos, aunque no siempre están presentes todos. En una flor, podemos distinguir las siguientes partes:

  • Pedúnculo: se une al tallo
  • Sépalos: pequeñas hojas exteriores que forman el cáliz. Suelen ser verdes, aunque a veces pueden ser de otro color o incluso no existir.
  • Pétalos: forman la corola. Pueden ser de colores vivos.
  • Estambres: corresponden al órgano masculino y se forma el polen (gametos masculinos).
  • Pistilo: es el órgano femenino. Tiene un orificio de entrada, el estigma, por donde penetran los granos de polen, y un largo tubo, el estilo, que comunica con el ovario, donde se producen los óvulos (gametos femeninos).

Para que se produzcan las semillas, es necesario que el polen de los estambres llegue al ovario. Cuando un grano de polen es transportado por el viento, el agua o los animales hasta la parte femenina de una flor, produce un tubito que llega hasta el ovario y fecunda un óvulo. Cada óvulo fecundado crece hasta formar una semilla. El ovario crece al mismo tiempo y forma el fruto (del Carmen et al., 2007).

Diversidad de flores

Las flores de las angiospermas son muy variadas, por lo que sus características son utilizadas con frecuencia para clasificarlas.

Hay flores que poseen solamente órganos masculinos; otras, solo órganos femeninos. Se las conoce como flores unisexuales. Otras muchas tienen órganos femeninos y masculinos, y se denominan hermafroditas. Las flores pueden estar aisladas, pero a menudo aparecen en conjuntos llamados inflorescencias. Las inflorescencias de las gramíneas son las espigas. Las compuestas (Asteraceae) poseen inflorescencias denominadas capítulos. Otras plantas, como la cebolla y el perejil, producen inflorescencias en forma de paraguas, llamadas umbelas (del Carmen et al., 2007).

Frutos y semillas

Los frutos y las semillas también adoptan diferentes formas, colores y tamaños. Todos los frutos están formados por un pericarpo que envuelve a una o más semillas. Cada semilla está formada por un pequeño embrión, sustancias de reserva y una cubierta protectora (del Carmen et al., 2007).

Gimnospermas

Las gimnospermas son un grupo de plantas formado exclusivamente por árboles y arbustos. Sus flores son unisexuales y son muy diferentes a las de las angiospermas: no tienen pétalos ni sépalos, por lo que son poco vistosas. No tienen fruto.

Aunque el número de especies de este grupo no es muy grande en la actualidad, a él pertenecen algunos de los árboles y arbustos más característicos, como los pinos o los cipreses. Efectivamente, estos pertenecen al grupo más conocido de gimnospermas, las coníferas. Tienen el tronco ramificado desde la parte baja. Sus hojas son pequeñas y generalmente en forma de aguja (como en los pinos y cedros) o de escama (como en los cipreses).

Los pinos son, probablemente, las coníferas más conocidas. Existen diferentes especies características de distintas zonas. Producen piñas (cuya forma y tamaño varía en las distintas especies) y resina (sustancia muy inflamable, por lo que arden con facilidad). Son árboles muy resistentes al frío y a la falta de agua, y crecen con rapidez. Por ello, se utilizan para repoblar bosques y, en las costas, para fijar las dunas, ya que sus raíces inmovilizan la arena, impidiendo su desplazamiento (del Carmen et al., 2007).

Pteridofitas: helechos y equisetos

Los helechos parecen a primera vista plantas con flores, ya que, al igual que estas, poseen raíz, tallo y hojas. Sin embargo, nunca producen flores y, por tanto, no se reproducen a través de semillas. Durante determinadas épocas del año, sus hojas, llamadas frondes, presentan en su cara inferior unos abultamientos. Son los soros o parte reproductora de la planta. En ellos se forman miles de diminutas esporas, mediante las que se reproducen.

En los equisetos, las hojas tienen forma de aguja, y están dispuestas horizontalmente alrededor del tallo. Al igual que los helechos, se reproducen por esporas formadas en el extremo de los tallos reproductores, que tienen el aspecto de un espárrago (del Carmen et al., 2007).

Briófitas: musgos y hepáticas

El suelo de los lugares húmedos y el tronco de algunos árboles suele estar cubierto de musgos, unos organismos de color verde brillante. Estos son plantas de pequeño tamaño, que carecen de verdadero tallo, verdaderas hojas y verdaderas raíces. En su lugar, poseen cauloides, filoides y rizoides. Se sujetan al suelo mediante unos pelillos que poseen en la zona inferior.

La reproducción se realiza mediante esporas, al igual que en las pteridofitas. Las esporas se forman en unas pequeñas cápsulas situadas al final de un filamento. Cuando se han formado, las cápsulas se abren y las esporas se dispersan, originando nuevos musgos.

Las hepáticas son otras briófitas que tienen unas características muy similares a las de los musgos. Viven en lugares húmedos o con agua, adheridos al suelo o a los troncos de los árboles. Carecen de tallos, hojas y raíces verdaderas y se reproducen por esporas. Sin embargo, su aspecto es distinto. Los filoides de las hepáticas son anchos y se disponen horizontalmente, en vez de tener forma puntiaguda (del Carmen et al., 2007).


Fuente:

del Carmen, L., Pedrinaci, E., Cañas, A., & Fernández, M. (2007). Ciencias de la naturaleza (Y. Hernández, J. San Isidro, & G. Violero (eds.)). SM.

lunes, 1 de febrero de 2021

Cormófito del mes: ROSAL

 El cormófito de este mes es el rosal o Rosa spp.

Fuente: Wikipedia, la enciclopedia libre (s.f.)


Lo he elegido porque ha sido una sugerencia y porque no había escrito antes sobre una planta con uso fundamentalmente ornamental. Recordad que me podéis hacer sugerencias para el cormófito del mes en los comentarios o de cualquier otra manera.
Rosa pertenece a la familia de las rosáceas o Rosaceae, siendo así el género que da nombre a su familia. Se trata de una familia muy amplia y diversa, en la que las especies que a ella pertenecen solo tienen dos características comunes: la presencia de un receptáculo floral muy desarrollado y ser leñosas o semileñosas. Asimismo, Rosa también es un género muy diverso, compuesto por unas cien especies (1). 

Los rosales son arbustos (o rara vez plantas trepadoras) generalmente espinosos, de 2 a 5 metros de alto en el caso de los arbustos o hasta 20 metros en el caso de las trepadoras. Los tallos son semileñosos, casi siempre erectos, de texturas variables. Desarrollan formaciones epidérmicas persistentes en forma de espinas o aguijones. Las hojas son muy variables entre las especies: perennes o caducas, pecioladas e imparipinnadas, de cinco a nueve foliolos de borde aserrado y estípulas basales. Generalmente presentan glándulas anexas sobre los márgenes. Sin embargo, lo más llamativo de los rosales son las flores, conocidas como rosas. Se trata de flores hermafroditas, regulares y actinomorfas, y generalmente son aromáticas. El perianto está muy desarrollado. El cáliz es dialisépalo, de cinco sépalos verdes. La colora es asimismo dialipétala, simétrica, formada por 5 pétalos o múltiplos de 5 regulares. Especialmente en cultivares usados en jardinería, la corola suele ser doble por transformación de los estambres en pétalos. El androceo está compuesto por numerosos estambres dispuestos en espiral y el gineceo está compuesto por varios pistilos separados. Finalmente, el fruto, el escaramujo, es un poliaquenio de color rojizo muy vistoso (1).
Aunque no es una clasificación con valor filogenético, a menudo los rosales se dividen en silvestres y cultivados.

Rosales silvestres

Los rosales silvestres son aquellos que crecen en la naturaleza espontáneamente sin ser cultivados. La especie más conocida y representativa, por lo menos en Europa, es Rosa canina. Es un rosal originario de Europa y Asia muy abundante en matorrales y orlas de los bosques, entre otros hábitats. Es una especie extremadamente generalista, ya que soporta tanto las sequías estivales de la cuenca mediterránea como las temperaturas invernales del centro y norte de Europa (hasta -20 ºC). También puede crecer en prácticamente todos los tipos de suelo. Esto hace que sea una especie muy abundante en todo el continente. De hecho, se ha introducido en otras partes del mundo, como en Norteamérica, con gran éxito, donde se considera una especie exótica invasora (2).


Fuente: Consulta Plantas (s.f.)

Rosales cultivados

Un gran número de rosales son producto del cultivo ornamental que se ha llevado a cabo durante siglos. De hecho, se cree que el origen de la rosa cultivada se remonta a la China Imperial, con relevancia también en otras civilizaciones antiguas como la egipcia, la griega y la hindú. Al igual que los rosales silvestres, los cultivados generalmente no requieren situaciones ambientales específicas. Esto hace que su cultivo sea muy sencillo y sin duda es una de las claves de su éxito en jardinería. Se cultivan fundamentalmente como planta ornamental, siendo lo más interesante la flor o rosa (3). Mediante hibridaciones y otras técnicas, se han logrado rosas muy diferentes entre sí y de muchos colores distintos. De hecho, la mayoría de rosales cultivados son híbridos de especies de rosales silvestres.


Fuente: Wikipedia, la enciclopedia libre (s.f.)


Aunque su uso es fundamentalmente ornamental, se usan para la extracción de aceite esencial. Este aceite esencial se usa en fitoterapia, perfumería y cosmética. El fruto, el escaramujo, se usa en gastronomía para la elaboración de mermeladas, vinos y jarabes. Es rico en vitaminas A, C, D y E. Concretamente, se trata del fruto con mayor concentración de vitamina C o ascorbato, hasta un 2% en peso seco. Sin embargo, su consumo directo no es recomendable debido a la gran concentración de taninos que causa estreñimiento. De hecho, el escaramujo se conoce coloquialmente como "tapaculos".


Además de ello, los rosales han sido siempre una de las plantas más importantes en la cultura. Tanto en la Antigüedad como ahora, la cultura ha relacionado las rosas con el amor y la belleza. Las rosas son de las flores más vendidas y a todos se nos ocurre un mínimo de 10 canciones que mencionan estas flores. Los pokémon Budew, Roselia y Roserade están claramente basados en rosales.



Fuente: SelenaEde (2016)

Fuentes:

1.          Rosa [Internet]. Wikipedia, la enciclopedia libre. [cited 2020 Jan 31]. Available from: https://es.wikipedia.org/wiki/Rosa

2.          Cuidados de la planta Rosa canina o Rosal silvestre [Internet]. Consulta Plantas. [cited 2020 Jan 31]. Available from: http://www.consultaplantas.com/index.php/es/plantas-por-nombre/plantas-de-la-m-a-la-r/1085-cuidados-de-la-planta-rosa-canina-o-rosal-silvestre

3.          Cuando y como plantar un rosal [Internet]. Tienda Todo Jardín. [cited 2020 Jan 31]. Available from: https://tiendatodojardin.com/blog/cuando-y-como-plantar-un-rosal-b31.html

miércoles, 9 de diciembre de 2020

Cormófito del mes: MADROÑO

El cormófito de este mes es el madroño o Arbutus unedo.

Fuente: Madroño: todo lo que debes saber (s.f.)

Lo he elegido porque es un árbol abundante pero no de los más conocidos y que ahora a finales de otoño echa sus frutos, los cuales personalmente me gustan mucho. 

Arbutus pertenece a la familia de las ericáceas o Ericaceae, una familia de plantas abundante en las regiones frías y templadas así como en las zonas de montaña tropicales. Concretamente, el género Arbutus incluye 11 especies aceptadas de árboles y arbustos de Europa y Norteamérica (1). En cuanto a A. unedo, es un árbol pequeño (hasta 7 metros) de tronco rojizo y corteza escamado. Sus ramas adquieren un color gris particular. Las hojas son verdes brillantes, pequeñas, esclerófilas y con borde serrado. Sus flores son rojizas y crecen en otoño en forma de ramilletes, colgando en forma de panículas. Dan lugar a los frutos, los madroños, unas bayas de color amarillo que va virando a rojo según maduran (2).

Es una especie generalista abundante en el mundo templado. Es originario de la cuenca mediterránea, pero llega hasta Irlanda y ha sido introducido en América, entre otras zonas. Su mejor estrategia de supervivencia es la aclimatación a condiciones muy diferentes. Generalmente, prefiere suelos profundos y silíceos en zonas muy soleadas no expuestas al viento. Lo que no soporta bien es el frío, lo que limita su distribución en el norte de Europa e impide que crezca en zonas interiores de inviernos muy severos. Su crecimiento es lento y su follaje perenne (2).

Debido a lo poco exigente que es con la mayoría de factores ambientales, es muy común como árbol ornamental en parques y jardines. Sus frutos son comestibles, pero por alguna razón es muy infrecuente encontrarlos en el mercado, por lo que si se desea consumir generalmente tienen que recolectarse. De la misma forma, no es habitual que se use en cocina, a pesar de sus múltiples aplicaciones: bebidas, vinagre, salsas o mermelada (2).

Fuente: El madroño (s.f.)


Fuentes:

1.          Arbutus [Internet]. Wikipedia, la enciclopedia libre. [cited 2020 Dec 2]. Available from: https://es.wikipedia.org/wiki/Arbutus

2.          Madroño: todo lo que debes saber [Internet]. Árboles frutales. Available from: https://arbolesfrutales.org/madrono-todo-lo-que-debes-saber/


miércoles, 4 de noviembre de 2020

Cormófito del mes: CAMOMILA FINA

El cormófito de este mes (octubre) es la camomila fina, manzanilla hedionda o Anthemis cotula

Fuente: Manzanilla hedionda, stinking mayweed (engl.), foetid chamomile (engl.), camomille des chiens (fran.), camomille puante (fran.), camomila-de-cachorro (port.), fedegosa (port.), macela-fétida (port.) (s.f.)


Lo he elegido por ser una mala hierba y una especie exótica invasora en todo el mundo, mientras es confundida con otras especies que también reciben el nombre de manzanillas o camomilas. De forma que esta entrada va en línea de otras malas hierbas que han sido escogidas como cormófitos del mes en meses anteriores.

Anthemis pertenece a la familia de las compuestas o Asteraceae al igual que Conyza o Taraxacum. Es una planta de 15 a 60 cm de altura, de tallo erguido a veces ramificado. Las hojas están divididas en segmento lineales terminados en un mucrón poco visible. En cuanto a las inflorescencias, las flores centrales se encuentran en tubos amarillos separados por fragmentos estrechos, mientras que las flores periféricas son blancas y en lengüetas, algo muy habitual en asteráceas. Los frutos miden de 1 a 1,5 mm de largo (1,2).

En el Hemisferio Norte, florece entre mayo y noviembre, con el óptimo entre mediados de junio y de agosto. Es habitualmente confundida con herbáceas tales como Matricaria discoidea y Anthemis arvensis, sin embargo, se distingue por ser ligeramente vellosa, por los fragmentos estrechos que separan los tubos amarillos que constituyen las flores centrales, y por su olor fuerte (para casi todo el mundo desagradable) de las flores y las hojas (1,2). Sus propiedades también difieren enormemente de las manzanillas y camomilas comunes: aunque potencialmente A. cotula podría tener algún uso medicinal debido a la actividad antibiótica de los flavonoides de sus flores, por lo general se la considera una planta tóxica (3). Entre sus efectos, se encuentran la dermatitis e irritación de ojos en humanos así daños en la piel y en la boca de los mamíferos domésticos que la consumen (2).

Es originaria de Europa y del oeste de Asia pero actualmente se encuentra en una gran parte del mundo, como se aprecia en el mapa inferior. Prefiere climas mediterráneos y de suelos ligeramente ácidos y ricos en nitrógeno, aunque es bastante tolerante a los estreses abióticos y parece que puede crecer en condiciones adversas. La plasticidad morfológica, reproductiva y genotípica hace que pueda aclimatarse y adaptarse a condiciones diferentes a las de sus orígenes. Otras características importantes son que es una especie alelopática, que sus flores atraen a muchos polinizadores como las abejas y que forma micorrizas (2).

Fuente: Adhikari et al (2020)

Por lo tanto, la camomila fina cumple las características idóneas para convertirse en una mala hierba problemática y una especie exótica invasora allí donde no es nativa (Estados Unidos, Argentina, este de Australia y Nueva Zelanda). Además de reducir el rendimiento de los cultivos por la competencia, también disminuye la calidad del forraje debido a su toxicidad. Esto tiene especial incidencia en el ganado lechero, ya que una pequeña cantidad de ingesta de esta especie puede hacer que la leche sea insípida. Al ser también tóxica para los humanos, puede contaminar las cosechas. Es especialmente agresiva en campos de rotación cereales-leguminosas, debido a que es una especie nitrófila. En estos casos, esta especie puede englobar hasta un 50% del peso seco de todas las malas hierbas del campo de cultivo (2).

Por lo general, en las zonas que invade el herbivorismo suele tener una importancia escasa, lo cual contribuye a su capacidad invasiva. El control biológico no está descartado ya que hay bastantes especies de insectos y de gasterópodos que pueden consumirla, lo que ocurre es que no suelen coexistir con ella de forma espontánea y es raro que el hábitat coincida. Además, casi todas las especies conocidas que la consumen son europeas, lo cual es esperable debido a que la camomila fina es originaria de este continente. Esto hace que los consumidores naturales de esta mala hierba en las zonas en las que es exótica sea escasa.

Otros métodos de control descritos son el manejo óptimo de nutrientes de los cultivos para que no haya nitrógeno en exceso, ya que la camomila fina lo puede aprovechar; o los herbicidas, aunque ya se han descrito poblaciones resistentes a los inhibidores de la acetolactato sintasa o ALS. El manejo con herbicidas es más indicado en cultivos de cereales que en cultivos de frondosas y mucho menos en espacios naturales (2).

El caso de la camomila fina nos acerca al concepto de "supermala hierba": una planta no comestible, tóxica, de escasa o nula aplicación para el ser humano; que presenta unas características que tienden a convertirla en una problemática mala hierba o especie exótica invasora, con grandes impactos económicos y ecológicos; con poblaciones resistentes a herbicidas y difícil de controlar. Debido a la globalización, la destrucción de hábitats y las prácticas agrícolas no sostenibles tales como la excesiva fertilización y el uso masivo de herbicidas, se espera que las poblaciones de "supermalas hierbas" aumenten.

Fuente: Manzanilla hedionda (s.f.)


Fuentes:

1.          Manzanilla hedionda [Internet]. Syngenta. [cited 2020 Nov 4]. Available from: https://www.syngenta.es/dicotiledoneas-anuales/manzanilla-hedionda

2.          Adhikari S, Burke IC, Eigenbrode SD. Mayweed chamomile (Anthemis cotula L.) biology and management—A review of an emerging global invader. Weed Res. 2020;60(5):313–22.

3.          Manzanilla hedionda, stinking mayweed (engl.), foetid chamomile (engl.), camomille des chiens (fran.), camomille puante (fran.), camomila-de-cachorro (port.), fedegosa (port.), macela-fétida (port.) [Internet]. [cited 2020 Nov 4]. Available from: http://www.plantasyhongos.es/herbarium/htm/Anthemis_cotula.htm





lunes, 26 de octubre de 2020

¿Las plantas tienen cáncer?

Hace unos días, un amigo me hizo una pregunta muy interesante. Está claro que las plantas, al igual que los animales, pueden sufrir lesiones, así como enfermedades infecciosas causadas por virus, bacterias u hongos. ¿Y cáncer? ¿Pueden las plantas sufrir cáncer? Me pareció una pregunta, además de interesante, difícil de responder, así que en esta entrada me dispongo a ello.

El cáncer

Para poder responder a la pregunta de si las plantas sufren cáncer, antes hay que dejar clara la definición de cáncer. Según la Asociación Española Contra el Cáncer, el cáncer es un "conjunto de enfermedades en las que se produce una proliferación descontrolada de las células". El proceso de división celular está regulado por una serie de mecanismos de control que indican a la célula cuándo dividirse. De esta forma, por lo genera, cuando se produce un daño celular irreparable se produce una autodestrucción celular, impidiendo que el daño sea heredado por las células descendientes. Sin embargo, a veces los mecanismos de control pueden fallar en una célula, de forma que esta se reproduce y también sus descendientes, generando así una división incontrolada que con el tiempo da lugar a un tumor (1).

A menudo, las células tumorales no poseen la capacidad de invadir otros órganos y destruirlos, forman tumores benignos. Por contra, cuando las células tumorales, además de crecer sin control, sufren nuevas alteraciones y adquieren la facultad de invadir tejidos y órganos de alrededor (infiltración) u otras partes del organismo (metástasis), se produce el cáncer (1). Es decir, el cáncer se caracteriza por:
  • Células alteradas
  • que logran reproducirse, así como sus descendientes (células tumorales)
  • y desarrollan capacidad de invadir y destruir tejidos y órganos.

El caso de las plantas

¿Se pueden formar tumores en plantas? Efectivamente, las alteraciones celulares pueden ocurrir en cualquier organismo, y las células afectadas pueden eventualmente escapar de los mecanismos de control de la división ya que estos son muy parecidos en todos los organismos eucariotas. Por lo tanto, la división descontrolada puede ocurrir en las plantas, y se pueden formar masas celulares o tumores (2).

Sin embargo, ¿se pueden considerar cánceres estos tumores? Es discutible. Debido a las diferencias morfológicas y fisiológicas entre animales y plantas, el comportamiento de las células tumorales es muy diferente. Por lo general, en las plantas suponen mucha menor gravedad, puesto que, al contrario de los animales, que presentan una diferenciación de órganos muy clara, en las plantas no hay órganos irremplazables; aunque un tumor impida el funcionamiento de una parte de la planta, no la matará, ya que otros órganos pueden hacer su misma función. Conceptualmente, para buscar la mayor diferencia hay que ir a nivel celular. Las células vegetales tienen pared celular y carecen de centriolos; al contrario de las células animales, no migran. De esta forma, las células tumorales vegetales no son capaces de migrar e invadir otros órganos, es decir, no tienen metástasis (2).

¿Las plantas pueden sufrir cáncer?

Tal y como se conoce para los animales, no. Las plantas pueden desarrollar tumores al igual que los animales, pero al no tener metástasis debido a la incapacidad de las células vegetales para migrar, no se ajustan a la definición más extendida del cáncer en animales.

Fuente: Muy Interesante, s.f.



Fuentes:
1.    ¿Qué es el cáncer? [Internet]. Asociación Española Contra el Cáncer. 2018 [cited 2020 oct 26].            Available from: https://www.aecc.es/es/todo-sobre-cancer/que-es-cancer
2.    Sanz A. ¿Pueden padecer cáncer las plantas? Métode. 2016





miércoles, 30 de septiembre de 2020

Cormófito del mes: ERÍGERO DEL CANADÁ

El cormófito de este mes el el erígero del Canadá, hierba carnicera, zamarraga o Conyza canadensis.

Fuente: Wikipedia, s.f.

Tras un parón (largo) de verano voy a intentar mantener el blog con vida, por lo menos esta sección. Lo he elegido por ser especie modelo del género Conyza, que engloba varias de las malas hierbas que más preocupan a nivel mundial.

Conyza pertenece a la familia de las compuestas o Asteraceae, una de las familias de plantas más diversas y caracterizada por tener inflorescencias compuestas de cientos o miles de flores diminutas, lo cual mejora enormemente la reproducción. Ya fue presentada esta familia en la entrada sobre el diente de león. En cuanto al género Conyza, engloba unas 50 especies incluyendo varias malas hierbas importantes. 

C. canadensis es una herbácea anual (aunque en regiones templadas en las que ha sido introducida se comporta como bianual) de 30 a 180 cm de altura, así que es de tamaño muy variable. Su tallo verde es frágil, acanalado y erecto muy ramificado, con hojas lanceoladas y agudas. Las inflorescencias están agrupadas en racimos de capítulos florales numerosos y hemisféricos y forman, como es característico en la familia de las compuestas, una panícula compacta y alargada. El fruto consiste en unos poco vistosos vilanos que a su vez consisten en unas reducidas semillas adornadas de finísimas fibras blancas, muy eficaces para la dispersión con la ayuda del viento (1,2). 

El nombre de la especie sugiere que es nativa de Canadá. Sin embargo, actualmente está extendida por todo el mundo. Se trata de una mala hierba que crece preferentemente en ambientes muy alterados y hábitats degradados, como cunetas de carreteras y canteras o campos de cultivo abandonados. Al estar extendida y naturalizada por gran parte del mundo, causando daños en los ecosistemas en los que es introducida, también se la considera una especie invasora (2).

La mayor parte de investigaciones sobre C. canadensis están orientadas, por tanto, a su control o su erradicación. Por una parte, los agricultores intentan eliminarla de los cultivos para minimizar pérdidas en el rendimiento y, por otra, las Administraciones de los lugares en los que C. canadensis está naturalizada y no es autóctona deben realizar un esfuerzo para erradicarla de los ecosistemas que ha "invadido" y evitar que sea introducido en otros. Sin embargo, el control de esta especie se hace especialmente difícil, debido sobre todo a dos factores:

  • La dispersión de semillas es altísima. Si en marzo, cuando el cormófito del mes fue la amapola, hablábamos de que las 40.000 semillas por individuo la hacían muy difícil de controlar, C. canadensis produce 100.000 semillas por individuo, que se dispersan por el viento. Gran parte de estas semillas ni siquiera germinarán, pero basta que unas pocas crezcan adecuadamente y se reproduzcan para mantener el crecimiento de la especie.
  • El control químico se hace cada vez más difícil. Se han encontrado poblaciones resistentes al glifosato, herbicida más usado a nivel mundial. Aunque por ahora no parezca que haya grandes problemas en cuanto a resistencia a otros herbicidas, el control químico solo es ampliamente viable en cultivos. Se han hallado poblaciones de C. canadensis en ecosistemas naturales o en restauración, incluso zonas protegidas o de especial interés. En esos casos, aunque el control químico sea capaz de erradicar la población invasora, se llevaría por delante poblaciones de otras muchas especies causando un mayor daño que beneificio al ecosistema. Esto es aplicable a otros métodos como mallas, etc.
Al no existir tampoco estudios que avalen un posible control biológico, el único método hasta la fecha completamente eficaz para su erradicación es el mecánico: la eliminación manual y selectiva de los pies, antes de que echen semillas. Esto, sin embargo, requiere muchísima mano de obra y, por tanto, un coste económico muy alto. Todo esto puede sonar a otras publicaciones sobre malas hierbas y especies vegetales invasoras. Por tanto, la conclusión que se puede sacar es que el único método 100% eficaz para controlar especies invasoras es no permitir que lleguen especies invasoras: minimizar la entrada de especies exóticas con potencial de ser invasoras (no aplica a cultivos incapaces de sobrevivir a largo plazo sin intervención humana) y la detección y erradicación temprana de las especies que, aun con todo, logren entrar y naturalizarse.

Fuente: José Ángel Rodríguez, 2015


Fuentes:

1.        Conyza canadensis [Internet]. Wikipedia, la enciclopedia libre. [cited 2020 Sep 30]. Available from: https://es.wikipedia.org/wiki/Conyza_canadensis

2.        Zamarraga (Conyza canadensis). Proy Sierra Baza. 2020;255.